Como casi todo, la respuesta es ‘depende’.
Para un coleccionista que busca una Nihonto certificada y con impecable calidad, varía desde los US$6,000 y hasta varias veces esa cantidad en las nuevas Nihonto, fabricadas recientemente en Japón por alguno de los artesanos certificados. Éstas generalmente se venden por subasta, y puesto que el número de artesanos espaderos autorizados es limitado, y cada uno sólo puede fabricar 12 espadas por año, pueden cotizarse bastante alto dependiendo de su diseño y calidad.
Para antigüedades certificadas por la NBTHK y bien preservadas o restauradas, empiezan alrededor de US$9,000 y pueden valer hasta millones de dólares.
Si quieres una Nihonto real que puedas usar para prácticas como iaido o tameshigiri sin que te duelan demasiado las marcas que le haga un bambú, o simplemente quieres una Nihonto, una espada mágica real, aunque no sea ‘Mint’ o calidad de museo, hay opciones para conseguir hojas de acero tamahagane real, construidas con métodos tradicionales y con la legendaria indestructibilidad y filo de las verdaderas espadas japonesas. Éstas son la especialidad de Shin Nihonto México. Se trata de espadas japonesas reales construidas artesanalmente en Japón, pero que no se cotizan en el mercado por no tener el valor de colección que alcanzan las Nihonto históricas y/o certificadas. Para esto buscamos por todo el mundo espadas japonesas no tan ampliamente apreciadas:
Espadas (mal) consideradas Guntō (ver artículo sobre las Guntō)
Espadas Shinto o Koto del Muromachi (ver Breve historia de la katana)
Espadas que, a criterio de la NBTHK, están “arruinadas”
Guntō: Son “espadas de guerra” o espadas militares, construidas para el ejército japonés a fines del siglo 19 y hasta mediados del 20. El término Guntō es usado despectivamente en el ámbito de la espadería japonesa, y con toda razón. La mayoría de ellas fueron fabricadas industrialmente, y en el caso particular de las infames Guntō Tipo 95, son simples troqueles de hierro hechas para simular una katana, hechas para que los oficiales no comisionados (NCO) las portaran sólo por su vista. Las katanas de ornato de $500 que se venden por internet tienen generalmente más calidad que la vergonzosa Guntō Tipo 95. No por nada cuando una de estas espadas es encontrada en territorio japonés, es inmediatamente confiscada y destruida. Hay quienes defienden el punto de que son hechas en territorio japonés y tienen su valor histórico, pero en realidad nadie las considera Nihonto (especialmente Japón) y su único uso es colgar de la pared y reírse de ellas.
Sin embargo, muchos oficiales optaban por usar sus propias katanas, algunas de ellas auténticos tesoros familiares, montándolas en koshirae militar para no tener que usar las vergüenzas que el ejército les asignaba. Éstas son una joya muy rara de encontrar, pero las hay.
Otro tesoro que buscamos son aquellas Guntō que, dentro de los esfuerzos de guerra, sí fueron elaboradas por artesanos competentes y sus aprendices, principalmente entre las Shin Guntō Tipo 94, o kyuyon-shiki Guntō. También las hay, aunque menos, entre las Tipo 98 o kyuhachi-shiki Guntō. Elaboradas manualmente con el acero tamahagane, no tienen gran valor artístico pero tienen la tan buscada indestructibilidad y filo de las shinshinto de la más alta escuela. Muchas de éstas quedaron atrás tras la retirada japonesa de las islas del pacífico, y miles de ellas fueron a dar a EE.UU.
Una Guntō restaurada puede costar entre $20,000 y $40,000 pesos aquí en México. Nosotros solamente restauramos y vendemos Guntō hechas de tamahagane real, no las industriales, y nunca, ni bajo pedido, vendemos las Tipo 95.
Shinto y Muromachi: Las espadas conocidas como shinto (nuevas espadas) fabricadas entre 1597 y 1760 tienen poca aceptación entre coleccionistas, ya que se consideran generalmente de menor calidad que las espadas que les siguieron y precedieron. Nosotros sabemos que fue una época de calidad muy variable, no necesariamente mala, en cuanto a su calidad artística y a veces técnica, pero las hay de gran calidad y belleza y por su ‘baja alcurnia’ se cotizan menos, y nos permiten a los practicantes hacernos de una katana Nihonto con un altísimo valor real. También es el caso entre las espadas koto del período Muromachi (~1336–1573) donde lo artístico dejó de importar y se fabricaban para ser simplemente funcionales: armas de combate. Su calidad técnica es variable (calidad del acero) y su precio también lo es. Encontrarlas en un estado más o menos recuperable es más difícil, pero valen la pena no sólo por ser Nihonto, sino también por su valor histórico. ¿Te imaginas tener una katana de más de 500 años, que vio muchos años, tal vez generaciones, de feroz combate?
Estas katanas, ya restauradas, pueden costar entre $30,000 y $60,000 pesos aquí en México.
“Irrecuperables”: Frecuentemente se encuentran espadas que fueron almacenadas en shirasaya, enterradas, extraviadas, que han sido dañadas por el óxido, o peor, dañadas por algún tarambana que intentó restaurar, pulir o afilar una de estas joyas y la arruinó ‘para siempre’. Para la NBTHK, y por lo tanto la mayoría de los coleccionistas, estas espadas están “arruinadas” y son “irrecuperables” puesto que, aun cuando sean restauradas por un togishi (pulidor) experto, el metal restante no cumple los parámetros de medidas aceptables por la NBTHK. En otras palabras, recuperar una de estas espadas es posible, aunque dejando la hoja un poco más delgada y/o angosta de lo “aceptable” por los coleccionistas. Para nosotros, una vez restaurada es una Nihonto tan real como cualquiera, igual de filosa y resistente, de inmortal y mágica como cualquiera en un museo. Espadas que han sobrevivido por décadas o siglos, que llevan consigo historias inimaginables y que, por derecho, son Nihonto y por lo tanto son joyas de leyenda.
Dependiendo de la edad, calidad y restauración lograda en estas hojas, pueden costar entre $30,000 y $60,000 pesos en México.
Puedes consultar nuestro catálogo, donde mantenemos una lista de las Nihonto disponibles para su venta.
Estoy muy interesado en adquirir alguna katana, Wakisashi o un Tanto, original firmado y con certificado.
Si pudieran mantenerme informado de las piezas que tengan, así como tiempo de entrega, precio y forma de pago.
Me encuentro en la ciudad de Toluca.
De antemano muchas gracias, los felicito por sus trabajos y les mando saludos.
Jose Font
Gracias por tu mensaje, José, te contacto directo.